martes, 15 de marzo de 2016

Una historia escatológica

Ya te he hablado de lo rápido que es mi hijo, es uno de sus superpoderes. Pero lo que nunca te he contado es lo rápido que es para hacer... eso. Nunca le ha costado hacer pasteles, digamos que suele ir sueltito.

De repente le entran ganas, se pone en posición, cambia su rictus y yo, que le conozco como si le hubiese parido, le veo venir. ¿Ya, hijo mío?, ¡qué rapidez! ¿cómo puede limpiar las cañerías a esa velocidad?

Imagen sacada de los geniales dibujos de Fowl Language Cómics

Si por él fuese iría con el regalito en el pañal todo el día. Parece que no le molesta, salvo para una cosa, para sentarse, pero si no se tiene que sentar... ¿es necesario detener lo que está haciendo para cambiar el pañal? Pues si los papás no nos enteramos del tufo, él no dirá nada.

Qué cómodo que es el pañal, ¿para qué aprender a usar el váter o el orinal?, no hay prisa.

Signo para hacer cacas de la app Learn ASL

Alguna vez nos ha pasado que tiene ganas de plantar un pino cuando no tiene el pañal puesto y entonces se lía. Se lía porque no da tiempo a reaccionar y el desalojo es automático. Siente la llamada de la naturaleza y no hace esfuerzos para retener nada (igual no está preparado aún para hacerlo ¿?)

El otro día pasó, no tenía el pañal puesto porque se estaba bañando en su bañerita, con sus miles de animalitos de plástico que compramos para la ocasión. Se puso de pie y me aviso, "Mamá, tengo ganas" Le miré a él, miré el váter y calculé cómo llevarle en volandas y mojado... demasiado tarde. Cuatro troncos, grandes y blanditos habían caído a la bañena ¡Argggggg! El agua empezó a cambiar de color y saqué a Víctor de ahí tan rápido como pude. Toallitas para limpiar el culete, un chorro de agua de ducha para limpiarle bien y a secarle rápido con la toalla. 

A todo esto el agua seguía poniéndose más y más marrón, con todos los juguetes dentro.

Vestí a Víctor para que no se acatarrase y me dispuse a limpiar el desastre. Lo miré y remiré pensando qué podía hacer para sacar eso de ahí sin tener que meter la mano. Después de mucho pensar llegué a la solución: hay que ponerse guantes (o, si no se tienen en casa, bolsas de plástico), coger un tupper de estos de comida china (yo los tengo por miles en casa) ¡¡y ya estamos listos para pescar!!


El trofeo va directo al váter y los guantes y el tupper a la basura. Luego con la ducha y jabón lavamos juguetes y bañerita y... ¡hasta la próxima! (aunque esperemos que no se repita la experiencia).

¿Alguna vez te ha tocado ir de pesca?
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8 comentarios:

  1. Alguna así hemos vivido alguna vez, te imagino calculando el tiempo en llegar al váter y me veo reflejada...

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  2. Me he reído al imaginarte corriendo o calculando las distancias, Koabebé aún está en la etapa cómoda del pañal, pero seguro que me veré en esos apuros cuando le toque ^_^

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    1. No te confies que esto me ha pasado más de una vez... La primera hace casi dos años o.O

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  3. ¡¡¡Madre mía!!! Aún no he tenido la suerte de vivir un momento así. Pero, tomo nota de todo, porque con estos niños...todo llega!!!:D

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    1. No tiene por qué pasar, pero al menos si te ocurre no te pillará desprevenida ;)

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  4. JAjaja alguna de estas he tenido si, pero muy pocas :)

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