sábado, 20 de agosto de 2016

Vacaciones de verano ¡Nos leemos en septiembre!

Un post cortito para decir que empiezan nuestras vacaciones. Al igual que el año pasado, en el mes de agosto Víctor tiene vacaciones. Terminó la guardería y en septiembre empezará el colegio (¡qué nervios!).


Ahora se merece un descanso, vamos a aprovechar para ir a la piscina, para visitar museos, para estar con la familia y para desconectar.

Seguiré activa en Facebook dejando post interesantes que descubro en esa red social, vídeos divertidos, manualidades fáciles para los más peques y foticos que iré subiendo a Instagram.

En septiembre volveremos con más fuerza y más post.

¡Feliz verano y felices vacaciones!
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miércoles, 17 de agosto de 2016

Museo Nacional de Ciencia y Tecnología de Alcobendas MUNCYT

Hace tiempo que quería visitar éste museo en Alcobendas... y qué mejor época que el verano para hacerlo, cuando no tenemos prisa ni horarios para hacer las cosas y sí mucho tiempo libre.


La entrada al museo es gratuita, pero tiene varias actividades para hacer con niños que cuestan 3€/persona cada una:

Nanoespacio: es para niños de entre 3 y 5 años. Un área experimental dedicada a los sentidos.
Nanoplanetario: para niños entre 3 y 8 años. Despierta la curiosidad de los peques sobre el mundo de la astronomía.
Microespacio: para niños de entre 3 y 8 años. Se puede experimentar en 4 grandes áreas temáticas: materia, mecánica, luz y comunicación.
Planetario: proyecciones del cielo donde se explican las estrellas, las constelaciones, las fases de la luna y se da respuesta a todas las preguntas que se te ocurran sobre el espacio. También se proyecta una película infantil de un rey tirano y un viejo sabio.

Báscula Inter-planetaria, para saber el peso en los distintos planetas del Sistema Solar.

Nosotros fuimos al Planetario, porque en las otras actividades yo no podía entrar con Víctor (sólo pueden entrar los niños) y Víctor no se quería separar de mí. Más adelante volveremos al museo, a ver si se anima a entrar solito.

Pantalla táctil para jugar

Este es un museo muy interactivo, los niños pueden tocar y experimentar con casi todo. También hay unos jardines para pasear con un dinosaurio muy grande de piedra. El dinosaurio no se podía tocar porque estaba vallado.


El sitio está genial para ir con los niños, la única pega que le pongo es que casi todos los experimentos y zonas interactivas eran demasiado altas para Víctor, no podía hacer casi nada sin mi ayuda. Le tenía que levantar para que probase los experimentos y eso es pesado para mí (que ya son 13 kilos de niño) y algo frustrante para él. 

Bola de plasma

Esto pasa en casi todos los museos que visitamos, los quieren hacer atractivos para los niños, pero no piensan en su estatura.

Estuvimos toda la mañana y me costó un montón convencerle para que saliésemos de ahí. Así que volveremos seguro.

¿Conocías éste museo? ¿lo has visitado ya?
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domingo, 14 de agosto de 2016

Esta vez no nos ha gustado el Museo del Ferrocarril

El año pasado te conté que disfrutamos mucho de la visita al museo. En cambio esta vez he salido de ahí algo chafada.


Fuimos con la abuela de Víctor y una primita que no había estado ahí antes (no es de Madrid y había venido unos días de visita). Lo primero, nada más comprar las entradas nos dicen que la cafetería del tren está cerrada, ¡vaya hombre! ya no nos podemos tomar el aperitivo que teníamos planeado (primera decepción).

Nos dieron un juego que habían preparado de pistas para un sorteo de maletas Trunki (que son muy chulas para los niños), pero la verdad, cuando vas con niños pequeños lo recorrer tooooda la sala, pararte a mirar con detenimiento los carteles y apuntar las cosas no se puede hacer, me quedé con las ganas de participar (¡con lo que me gustan los sorteos!).

Sorteo de maleta Trunki más material didáctico y entradas al museo (finaliza en agosto)

Subimos al primer vagón en el que se podía subir y ahí los peques disfrutaron un montón tocándolo todo y "conduciendo" el tren.

Víctor y su prima Lucía manejando el tren ellos solitos

Llegamos hasta el fondo de la estación y la parte exterior estaba cerrada, no se podía visitar (segunda decepción).

Luego nos metimos en la Sala de las Modelismo que también nos gustó mucho, aunque para ver las maquetas tenía que llevar en brazos a Víctor.


Después de eso descubrimos la Sala de Infraestructura donde había una zona para que los peques puedan jugar con pistas y trenes de Chuggington. Ahí les dejaron trenes y dibujos para pintar y estuvieron muy entretenidos. Esta zona de niños no la vimos en la visita que hicimos el año pasado, no sé si la habrán puesto nueva o se nos pasó la otra vez. Recuerdo que el año pasado tenían al lado de la tienda una tele con dibujos animados para los niños y este año tampoco la vimos.

Súper pista de trenes Chuggington

Terminamos el recorrido llegando al otro tren en el que podían montar (sólo dos trenes en todo el museo) y estaba el vagón lleno de niños (de algún campamento, supongo) con varios monitores. Estaban sentados, cantando y haciendo juegos... que me parece estupendo, pero ocupaban todo el vagón y estuvieron tanto rato ahí que Víctor y su prima no lo pudieron visitar (tercera decepción).

Antes de llegar al museo le habíamos prometido a Víctor un trenecito de Chuggington para completar su colección (ya tiene a Koko y a Brewster y le falta Wilson). Mirando en la tienda no vi absolutamente nada de Chuggington y me extrañó porque el año pasado le compramos ahí a Brewster y había muchas más cosas. El caso es que fui a preguntar por si lo tenían guardado en cajas o algo y me dijeron que la empresa que hace Chuggington ha dejado de distribuirles sus juguetes (cuarta decepción).

Tenía muchas expectativas en esta visita al museo porque el año pasado fue estupenda, pero en esta ocasión hemos salido de ahí con una sensación agridulce. ¿Repetiremos el año que viene? Sólo si me lo pide Víctor.

¿Has visitado recientemente este museo? ¿qué te ha parecido?
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jueves, 11 de agosto de 2016

Dinosaurios y meteoritos en el Museo de las Ciencias Naturales de Madrid

El año pasado hicimos una visita al Museo Nacional de las Ciencias Naturales de Madrid y nos gustó mucho, así que éste año hemos repetido.

Víctor estaba emocionado con la idea de ir al museo y se lo iba contando a todos con los que nos cruzábamos de camino "¡Nos vamos al museo!".


La zona de los animales ya la visitamos el año pasado y también repetimos visita. Lo que más le gustó fue el elefante y el cocodrilo. La zona de las aves pasó sin pena ni gloria y la exposición de la primera planta tampoco tuvo mucho éxito: cuadros de madera de animales. El año pasado era una exposición escatológica y tenía su gracia, pero era tan pequeño que no la pudo disfrutar, básicamente porque las vitrinas eran muy altas para él y yo estaba cansada de cargarle en brazos.

Después pasamos al otro edificio (el año pasado no pudimos verlo), el de los dinosaurios, ¡le encantó! 

Víctor ha visto la película de El viaje de Arlo y también alguna de Ice Age, así que tiene interés por los dinosaurios. La exposición tenía una pantalla de realidad aumentada: Los peques cogen unos cartones y en la pantalla se ve como si llevasen a dinosaurios que se mueven, caminan o comen de los árboles. Casi no consigo sacar a Víctor de ahí.



Había otra pantalla de realidad aumentada sobre la reconstrucción de un cráneo humano, primero había una plantilla con el fósil, luego otra con la calavera reconstruida, otra con toda la musculatura y, finalmente, otra ya completa con la piel. Estaba chula pero donde estén unos dinosaurios... je je.

Esa misma reconstrucción del cráneo la vimos en un holograma que se proyectaba en una pirámide de cristal, también nos gustó mucho.

Pudimos ver fósiles y esqueletos de dinosaurios a tamaño real, eso también nos impresionó mucho por su tamaño.


También vimos la evolución de la Tierra y sus continentes, la evolución del hombre, minerales y finalmente meteoritos. Había una sala con una proyección de meteoritos que nos vimos ¡3 veces!... Yo lo agradecí porque ya estaba cansada y así pasé un buen rato sentada en las sillas mientras Víctor disfrutaba de la proyección.

Así se nos pasó la mañana, muy entretenidos, y ya estamos pensando en qué otro museo vamos a visitar en nuestras vacaciones.

¿Qué museos has visitado con tu peque? ¿Cuál le gusta más?
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lunes, 8 de agosto de 2016

Quitando el miedo a la piscina

Nunca he ido a natación con Víctor. A mí me encanta nadar y chapotear en la piscina pero me da una pereza terrible ir, y no te cuento si además voy con mi hijo.

Tengo amigas que llevan a sus peques a matronatación desde que eran muy bebés (creo que lo ideal es llevarles a partir de los 4 meses que es cuando empiezan a regular mejor su temperatura corporal). Me han dado mucha envidia siempre y me han animado a apuntarme, pero nunca me he decidido a ir.

Mi hijo no está acostumbrado a las piscinas. Los años anteriores habíamos ido unas pocas veces en todo el verano. Cuando nos metíamos en la piscina siempre estábamos con él y él siempre agarrado a sus padres como un koala. No había manera de que se despegase de nosotros, ni siquiera le podíamos coger de la cintura para que moviese pies y brazos.

El año pasado le compramos un chaleco-salvavidas para nadar (leí que era una opción más segura que un flotador o que los manguitos). Aunque nosotros no nos íbamos a separar de él (siendo tan pequeño es una locura dejarle solo) pero así si me despistaba unos segundos estaba convencida de que no le iba a pasar nada.

Si buscas chalecos para tu peque los puedes mirar aquí.

Este año todavía le servía el chaleco y para animarle a nadar usé el truco de la pelota. Nos bajábamos a la piscina con una pelota y si quería jugar con ella dentro del agua tenía que despegarse un poco de mí. Primero iba con él encima a buscar a la pelota, luego le animaba a soltar un brazo para alcanzarla. Siempre sujetándole continuamos agarrándole de la cintura... ya se iba despegando.

El siguiente paso era decirle que se agarrase a las escaleras de la piscina. Primero le llevaba yo sujeto de la cintura. Después me acercaba con él y cuando faltaba un palmo le soltaba y le decía "¡¡¡Has nadado!!!, ¡has llegado hasta las escaleras solo!". Así fue cogiendo confianza hasta que me pidió que le soltara del todo para ir él solo. Como vio que podía (con el chaleco no se hunde) ya se animó a nadar él solo conmigo a cierta distancia. ¡Conseguido!

Ahora me meto yo a la piscina y Víctor se mete sin mi ayuda, nada por donde él quiere, jugamos a pasarnos la pelota, sale por las escaleras y se vuelve a meter. Sólo nos costó un par de días el quitarle el miedo a la piscina.

¿Qué usas con tu peque para que se anime a nadar?
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viernes, 5 de agosto de 2016

Un inventazo de Natural Honey: Oil&Go!

Hace ya unos meses que estoy registrada en Youzz, por si no lo conoces es una plataforma para probar, compartir y valorar productos nuevos. Si hay un producto que te interesa te apuntas en la campaña y te lo mandan a casa junto con unas muestras para repartir entre familiares y amigos. Te puedes registrar a través de éste enlace.

La última campaña en la que me he apuntado es la del aceite hidratante de Natural Honey Oil&Go!. Me interesaba mucho porque tengo la piel muy seca (sobre todo en las piernas, ya te lo contaba aquí).

Normalmente lo que hago nada más salir de la ducha, los días que tengo algo de tiempo, es ponerme crema por las piernas, suelo utilizar el tarro azul de Nivea que, aunque es muy pringoso y me cuesta extenderlo, me suele dejar las piernas suaves y así no se me escama tanto la piel. Pero claro, esto lo hago como mucho una vez a la semana, por falta de tiempo principalmente.


Después de probar este aceite hidratante he de decir que es un inventazo. Me ahorro muchísimo tiempo porque se extiende muy rápidamente, mucho más que las cremas, y con poca cantidad es suficiente. Lo estoy usando en cada ducha que me doy, con lo que tengo la piel mucho más hidratada que antes que sólo lo podía hacer de vez en cuando. Además deja la piel muy suavecita, luminosa y no es pringoso. Me ducho, echo el aceite con la piel mojada, me paso la toalla para secarme y directamente me puedo vestir sin tener que esperar, de ahí lo de Oil&Go!.

El bote dura bastante, y se aplica muy bien desde el envase que tiene, además el tapón se abre muy fácilmente con las manos mojadas. No es de esos que te hacen rabiar, a prueba de niños y adultos, ni de esos que te dejas las uñas para poder abrilo.

Hay 3 tipos distintos de Oil&Go, el que estoy probando es BB Oil con aceite de rosa mosqueta y almendras dulces (para una piel suave como la de un bebé), pero también está el Coco Addiction, con aceite de coco (para nutrir la piel seca y aportar suavidad) y el Elixir de Argán con aceite de Argán y Omega 3 (nutre, regenera y repara la piel).


En cuanto acabe con el bote que me han enviado probaré los demás, a ver con cuál me quedo. Lo que tengo claro es que con estos aceites hidratantes les digo bye bye a las cremas pringosas después de la ducha.

¿Conocías estos aceites para la ducha?
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martes, 2 de agosto de 2016

Esos niños malos

Eso de etiquetar a los niños como buenos o malos está feísimo, lo sé, los niños no SON malos, pueden tener actitudes que nos pueden parecer malas o feas, por eso son niños que tienen comportamientos malos.

Nosotros tenemos unos vecinos con dos hermanos, uno es un bebé y el otro es mayor que Víctor (de unos 6 o 7 años). Cada vez que el mayor se cruza con Víctor le tiene que hacer alguna perrería: le ha puesto la zancadilla a idea, le ha tirado al suelo y se ha marchado riéndose mientras mi hijo lloraba de dolor y rabia por no saber a qué venía ese empujón, en cuanto puede le quita sus juguetes para molestarle y no porque realmente le interesen. Si este niño está jugando con una pelota y Víctor juega con otra, le da una patada a la pelota de mi hijo para lanzarla lejos y hacerle rabiar, y así una tras otra.


No sé por qué se porta así, lo hace desde que nos mudamos a esta casa, cuando Víctor no tenía ni dos años y el hermano que ahora tiene aún no había nacido, así que no creo que los celos puedan ser el motivo... o sí.

Víctor es muy inocente y no entiende porque este chico se porta así con él (ni yo, la verdad). Víctor siempre está dispuesto a jugar con todos los niños que encuentra, le gusta compartir sus juguetes con los niños más pequeños, o con los de su edad y mayores si se los piden adecuadamente y después de una negociación.

Como este niño se junta con otros de su edad, en cuanto hace algo los otros le siguen el juego, aunque no se ensañan con Víctor pero tampoco le recriminan su comportamiento. Los padres nunca ven ese comportamiento de su hijo porque no están con él, le dejan jugar a su aire y ellos a sus cosas.

Yo siempre estoy ahí para consolar a mi hijo, pero no voy a permitir que estas cosas sigan pasando. "Víctor, ese niño es MALO". Que le quede claro, que no se acerque a él, que no quiera jugar con ese niño, porque con 6 o 7 años ya tiene edad para saber que a un niño pequeño no hay que atacarle de la manera que lo hace.

Ya me he enfrentado otras veces con niños abusones, pero Víctor se está haciendo mayor y no me va a tener siempre encima protegiéndole, tiene que darse cuenta de con qué niños puede jugar y con que niño no.

Antes cuando Víctor veía a un grupo de niños jugando a la pelota siempre se acercaba para jugar, ahora cuando está este niño me dice "Mira mamá, el niño malo" y yo le contesto "Sí cariño, vamos a jugar a otra parte".

¿Cómo actuarías en mi lugar? ¿Piensas que la solución sería hablarlo con sus padres?
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