No estoy hablando de esa bicicleta sin pedales tan chula que todos los peques llevan, ni de ese coche con mando que hace piruetas de todo tipo, ni siquiera de esa muñeca que te canta nanas y te cuenta cuentos hasta que tu peque se queda frito (¿existe?). El mejor regalo que le puedes hacer a tu hijo es alejarle del tabaco, dejar de fumar si lo haces o al menos protegerle lo máximo posible, por tu salud y por la suya.
La semana pasada fuimos con Madresfera a un evento en el que Alianza Aire presentaba su campaña, en el centro de Menudos Corazones, junto con el Dr. Álvaro Gimeno Díaz: Tu Gran Regalo, Hogares Sin Tabaco. Si eres fumador y lo quieres dejar, si no puedes dejarlo o si no fumas, esta campaña te interesa. Hoy te lo cuento aprovechando que se celebra el Día Mundial Sin Tabaco.
Soy fumador/a y me estoy planteando dejarlo
¡Enhorabuena! Sé que no es fácil, probablemente lo hayas intentado con anterioridad y no lo has conseguido o lo has conseguido pero has vuelto a fumar. La clave yo creo que está en la motivación y en la concienciación.
El tabaco produce impotencia y disminuye la fertilidad, así que si estáis intentando un embarazo, dejar de fumar os ayudará a conseguirlo.
El tabaco tiene efectos negativos sobre la gestación y sobre el feto:
- Embarazo ectópico
- Rotura prematura de membranas
- Alteraciones placentarias
- Aborto
- Prematuridad
- Bajo peso al nacimiento
- Anomalías congénitas: Fisura palatina, labio leporino, Estrabismo, Alteraciones tubo neural, Alteraciones umbilicales, Criptorquidia...
- Aumento de muerte súbita del lactante
- Aumento de patología respiratoria
Un porcentaje muy alto de las madres que han dejado de fumar en el embarazo vuelven a fumar en cuanto dan a luz obviando que su peque sufrirá de tabaquismo secundario (el que se produce en personas no fumadoras al inhalar el humo que desprende la punta encendida del cigarro o el humo exhalado por los fumadores) y terciario (el que se produce en personas no fumadoras al inhalar, ingerir o entrar en contacto a través de la piel con partículas residuales que permanecen en el entorno
cuando el cigarro ya se ha apagado).
En las madres lactantes fumadoras:
- Disminuye la producción de leche ya que la nicotina desciende los niveles de prolactina
- Cambia la composición y el sabor de la leche
- El ABANDONO de la lactancia es más PRECOZ
Tras fumar, en la leche materna se excreta nicotina, con posibles efectos sobre el feto:
- Altera patrones de sueño
- Aumentar el riesgo de deficit de iodo
- Daños histológicos en hígado y páncreas
- Mayor riesgo de obesidad y dislipemias
Los padres y madres que no fuman son más sanos y viven más, así que podrás disfrutar mejor de tus peques.
Y por último el impacto económico de dejar de fumar, sólo hay que hacer cuentas de lo que se fuma al día y lo que se paga al cabo de un año.
Soy fumador/a pero no consigo dejarlo
En caso de no conseguir dejar de fumar, reducir al máximo el número de cigarrillos diarios y...
- No fumar durante la noche ni en las horas previas al descanso del bebé
- No fumar nunca mientras se da el pecho. Intentar no fumar al menos las dos horas
previas a la toma. Si la madre de un lactante fuma, al estar muy en contacto con el bebé, le somete también al humo de su tabaco de una forma muy intensa: la ropa de la madre y ella misma (sus manos, su aliento, pelo, etc.) están impregnadas de tabaco. Esto repercute en el bebé de modo inmediato. En todo caso los beneficios de la lactancia materna supera con creces los riesgos.
- Evitar exposición “terciaria” (cambio de ropa, lavado de manos y dientes…)
- Jamás fumar en el coche: la exposición al humo del tabaco en el coche es hasta 23 veces mayor que en el domicilio.
No soy fumador/a
Aunque no seas fumador probablemente tengas algún amigo cercano o familiar que sí lo es. Así que hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Los niños que conviven con fumadores tienen un riesgo mayor de ser fumadores en la adolescencia y la edad adulta.
- Jamás hay que permitir que nadie fume en el coche ya que el tabaco se queda impregnado en la tapicería. Tampoco hay que dejar que se fume en casa (ni siquiera en la ventana o debajo del extractor de humos).
Existen algunos tópicos como el de que “ventilar” después de fumar o fumar con la ventana abierta minimiza la exposición al humo, algo que no es cierto: el 85% del tabaco puede ser invisible, e incluso inodoro, pero sigue siendo perjudicial.
Ese es el humo de tabaco ambiental (HTA) que permanece en tapicerías, cortinas, en la ropa de quienes fuman y en la atmósfera de los hogares afectando a las personas que viven allí, mucho más a niños y niñas que están creciendo.
Los efectos del tabaquismo pasivo de los niños son conocidos por muchos pediatras que advierten del gran daño que se hace cuando se fuma en casa (o en el coche): contraen más infecciones respiratorias, éstas cursan con más impacto, tienen más infecciones de oído, tienen más propensión al asma, peor salud cardiovascular, son más propensos a la diabetes y a la obesidad así como a trastornos como el déficit de atención, hiperactividad, etc.
Por tu salud y por la de tus hijos, ¿les harás éste gran regalo?
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La semana pasada fuimos con Madresfera a un evento en el que Alianza Aire presentaba su campaña, en el centro de Menudos Corazones, junto con el Dr. Álvaro Gimeno Díaz: Tu Gran Regalo, Hogares Sin Tabaco. Si eres fumador y lo quieres dejar, si no puedes dejarlo o si no fumas, esta campaña te interesa. Hoy te lo cuento aprovechando que se celebra el Día Mundial Sin Tabaco.
Soy fumador/a y me estoy planteando dejarlo
¡Enhorabuena! Sé que no es fácil, probablemente lo hayas intentado con anterioridad y no lo has conseguido o lo has conseguido pero has vuelto a fumar. La clave yo creo que está en la motivación y en la concienciación.
El tabaco produce impotencia y disminuye la fertilidad, así que si estáis intentando un embarazo, dejar de fumar os ayudará a conseguirlo.
El tabaco tiene efectos negativos sobre la gestación y sobre el feto:
- Embarazo ectópico
- Rotura prematura de membranas
- Alteraciones placentarias
- Aborto
- Prematuridad
- Bajo peso al nacimiento
- Anomalías congénitas: Fisura palatina, labio leporino, Estrabismo, Alteraciones tubo neural, Alteraciones umbilicales, Criptorquidia...
- Aumento de muerte súbita del lactante
- Aumento de patología respiratoria
Un porcentaje muy alto de las madres que han dejado de fumar en el embarazo vuelven a fumar en cuanto dan a luz obviando que su peque sufrirá de tabaquismo secundario (el que se produce en personas no fumadoras al inhalar el humo que desprende la punta encendida del cigarro o el humo exhalado por los fumadores) y terciario (el que se produce en personas no fumadoras al inhalar, ingerir o entrar en contacto a través de la piel con partículas residuales que permanecen en el entorno
cuando el cigarro ya se ha apagado).
En las madres lactantes fumadoras:
- Disminuye la producción de leche ya que la nicotina desciende los niveles de prolactina
- Cambia la composición y el sabor de la leche
- El ABANDONO de la lactancia es más PRECOZ
Tras fumar, en la leche materna se excreta nicotina, con posibles efectos sobre el feto:
- Altera patrones de sueño
- Aumentar el riesgo de deficit de iodo
- Daños histológicos en hígado y páncreas
- Mayor riesgo de obesidad y dislipemias
Los padres y madres que no fuman son más sanos y viven más, así que podrás disfrutar mejor de tus peques.
Y por último el impacto económico de dejar de fumar, sólo hay que hacer cuentas de lo que se fuma al día y lo que se paga al cabo de un año.
Soy fumador/a pero no consigo dejarlo
En caso de no conseguir dejar de fumar, reducir al máximo el número de cigarrillos diarios y...
- No fumar durante la noche ni en las horas previas al descanso del bebé
- No fumar nunca mientras se da el pecho. Intentar no fumar al menos las dos horas
previas a la toma. Si la madre de un lactante fuma, al estar muy en contacto con el bebé, le somete también al humo de su tabaco de una forma muy intensa: la ropa de la madre y ella misma (sus manos, su aliento, pelo, etc.) están impregnadas de tabaco. Esto repercute en el bebé de modo inmediato. En todo caso los beneficios de la lactancia materna supera con creces los riesgos.
- Evitar exposición “terciaria” (cambio de ropa, lavado de manos y dientes…)
- Jamás fumar en el coche: la exposición al humo del tabaco en el coche es hasta 23 veces mayor que en el domicilio.
No soy fumador/a
Aunque no seas fumador probablemente tengas algún amigo cercano o familiar que sí lo es. Así que hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Los niños que conviven con fumadores tienen un riesgo mayor de ser fumadores en la adolescencia y la edad adulta.
- Jamás hay que permitir que nadie fume en el coche ya que el tabaco se queda impregnado en la tapicería. Tampoco hay que dejar que se fume en casa (ni siquiera en la ventana o debajo del extractor de humos).
Existen algunos tópicos como el de que “ventilar” después de fumar o fumar con la ventana abierta minimiza la exposición al humo, algo que no es cierto: el 85% del tabaco puede ser invisible, e incluso inodoro, pero sigue siendo perjudicial.
Ese es el humo de tabaco ambiental (HTA) que permanece en tapicerías, cortinas, en la ropa de quienes fuman y en la atmósfera de los hogares afectando a las personas que viven allí, mucho más a niños y niñas que están creciendo.
Los efectos del tabaquismo pasivo de los niños son conocidos por muchos pediatras que advierten del gran daño que se hace cuando se fuma en casa (o en el coche): contraen más infecciones respiratorias, éstas cursan con más impacto, tienen más infecciones de oído, tienen más propensión al asma, peor salud cardiovascular, son más propensos a la diabetes y a la obesidad así como a trastornos como el déficit de atención, hiperactividad, etc.
Por tu salud y por la de tus hijos, ¿les harás éste gran regalo?
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