Seguro que alguna vez os ha pasado: estáis peleados con el ordenador porque algo no funciona como debería, no os sale algo, se ha roto y por mucho que intentéis arreglarlo no hay manera. Sudáis la gota gorda intentando arreglarlo, os cabreáis, tenéis ganas de lanzar el ordenador por la ventada, y llamáis a alguien para que os ayude, un compañero de trabajo, un técnico, vuestra pareja... después de explicarles lo que pasa, justo cuando les vais a enseñar el ordenador, ¡resulta que funciona de maravilla!. Ni rastro del error, ya podéis hacer lo que estabais intentando, y se os queda la cara de tonto delante de la persona a la que habéis pedido ayuda. O bien puede ocurrir cuando estáis jugando a un juego, pongamos que a encestar canastas, se os está dando de cine, no falláis ni una; de cerca, de lejos y hasta con los ojos cerrados, todas entran. Se acerca alguien a mirar y todo son errores, tropiezos y fallos. Esto es el "Efecto Demostración", ¿os suena?.
Pues con los niños pasa algo parecido, o al menos a nosotros nos ha pasado en varias ocasiones con Víctor.
Nuestro hijo no duerme más de 15 minutos y llora un montón. Cuando Víctor tenía 7 meses unos familiares nos invitaron a cenar en su casa, nosotros ya les advertimos de que el peque iba a dar la noche, pero la verdad es que nos apetecía mucho cenar con ellos, así que nos arriesgamos. Pasamos una noche estupenda, Víctor fue todo sonrisas hasta que se durmió... ¡¡y despertó después de 2 horas de larga siesta!!, en toda la noche no salió ni una lágrima de sus ojos. Mi marido y yo no nos lo creíamos... los familiares debieron de pensar que éramos unos exagerados... Esa misma situación se repitió un par de veces más con distintas personas... eso sí, si estábamos a solas con él la cosa cambiaba, volvía a ser él, a no dormir y a llorar a todas horas.
Víctor sólo se duerme a la teta. Esta era una de mis mayores preocupaciones cuando le llevé a la guardería, la hora de la siesta. Víctor sólo se dormía a la teta y muy pegadito a mí y así se lo hice saber a las profes de la guardería, pero es que lo que no consigan ahí... He de decir que no les resultó nada sencillo; los primeros meses le tuvieron que dormir en brazos y con el chupete puesto, más adelante le ponían en la camita y se quedaban a su lado mientras se dormía y finalmente cuando ya no usaba chupete ya se dormía él solito. Les costaba pero se durmió sin teta desde el primer día. En casa es bien distinto.
Se pone las zapatillas solo desde antes de los 18 meses. Las de velcro, claro, y también se pone los calcetines y los pantalones solito (a veces del revés) y se sabe meter la camiseta por la cabeza (con las mangas le ayudo yo)... es bastante autónomo desde muy pequeño, siempre ha tenido interés por hacer las cosas él solito, pero basta que haya alguien delante como para que me pida ayuda para hacerlo. Nada, así no hay quien me crea.
No se deja tocar por los médicos. Ya os he contado como las revisiones médicas son todo un espectáculo, así que pediatra nuevo que conoce, pediatra al que le voy advirtiendo. Hasta que nos topamos con uno con el que no se cumplió la profecía. Era un pediatra muy muy alto, puede que midiese más de dos metros, mayor y con voz profunda... y hombre (hasta entonces a Víctor sólo le habían visto mujeres). No sé si por ser hombre, o por ser tan alto, o con esa voz... o por todo en conjunto, el caso es que Víctor casi ni se meneaba en las revisiones con este doctor. Nos duró pocos meses, con la mudanza cambiamos de centro de salud y de pediatra, claro.
Habla por los codos. Mi hijo habla muchísimo, se lanzó a hablar con año y medio y desde entonces ha ido a más, las expresiones que usa te dejan alucinado. Conozco a varias personas que leen el blog, pero con las que no tengo trato diario. A veces nos encontramos, yendo Víctor conmigo, y me dicen "Vaya lo que habla tu hijo, ¿no?" y yo les contesto que sí, que habla un montón, así que se dirigen a mi hijo para que les diga algo y él esconde su carita entre mis piernas. Nada, no dice ni una palabra, como máximo dirá un "adiós" o un "hasta luego" un minuto después de que se haya marchado la persona con la que había estado hablando... y por supuesto esa persona ni se entera de su saludo.
¿Habéis sufrido el efecto demostración con vuestros hijos?
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jajaja... es que Víctor es un pillín, se las sabe todas! Con mi enano no me ha pasado, no a ese punto, le noto actitudes un tanto diferentes (para bien o para mal) pero solo eso, que creo entran dentro del comportamiento normal de un niño en situaciones o escenarios nuevos.... pero lo cierto es que observo (guiandome un poco de tu experiencia) que no tenemos muchos espacios para esos cambios, pues pasamos el 99% del tiempo juntos y dentro de una rutina, pero ya se nos viene el kinder y ahí va a ser la cosa... es que he escuchado tanto que el niño en casa es uno y en el cole es otro, que ya me voy mentalizando en las transformaciones, ojalá una de esas sea en la comida, que muchas veces me la pone tan difícil en casa que ojalá en el cole sea "otro" mi nenito y me devore toda la lonchera jejeje...
ResponderEliminarEs cierto, pero como todo el mundo, también los adultos tenemos diferentes comportamientos dependiendo de si estamos con familiares, amigos, compañeros de trabajo... Ya verás cómo te sorprende, también en el tema de la comida... eso sí, en casa seguirá comiendo igual, jeje, son unos pillos.
Eliminarjaja, es tal cual! Dependiendo de las situaciones, se comportan de un modo u otro. En casa siempre decimos que nos hacen quedar bien cuando salimos, aunque en casa la lían cada día! Y es así, la tierna infancia a veces nos hace sudar la gota gorda. Un beso
ResponderEliminar¡Y tanto!, si nos quejamos de ellos y de las que montan luego fuera de casa son unos santos, pero si mentimos como bellacos y decimos que todo es felicidad y alegría monta en rabieta y se descubre el pastel jajajaja.
Eliminarjajajaj yo esto lo observé desde q tenía semanas!!!
ResponderEliminarEn nuestro caso si venia a conocerla algún amigo cercano, de esos con los q tienes confianza y les explicas lo muchisimo que llora tu hij@, era increible, pasaba horas y horas sin llorar!!!
Pero como viniera un "conocido" de esos q te preguntan si el niño es bueno (¿como narices no va a ser bueno un recién nacido?) y le dices q si sin dar explicaciones, entonces se podia pasar toda la visita sin parar de llorar, hasta q soltaban algo como "nos vamos q ya tienes bastante con esta criaturita" o "uixxx lo q te espera con este monstruo" ...
Y ahora pasa lo mismo, no habla ni queriendo con desconocidos, se "olvida" de todo lo q sabe hacer, etc... lo único q no me ha pasado nunca es encontrar un médico q no la haga llorar sólo con decir su nombre. Espero encontrarlo algún día!
Hala, tus amigos encima dando ánimos, jajajaja.
EliminarLo del médico es que ya te digo que hemos pasado por muchos en su corta vida, pero vamos, esperemos que conforme crezcan lleven mejor ese tema ;)