¡Casi no te has dado cuenta y ya estoy de vuelta!. En realidad ya llevo una semana en Madrid pero con Víctor en casa no puedo ni dedicarle un minuto al ordenador ¡imposible!: "Mamá ven", "mamá mira", "mamá yo también quiero trabajar" (tiene prohibidísimo tocar el portátil porque lo destroza con sus deditos), "mamá tengo hambre, sed, cacas...". Es sentarme en la silla y da igual lo entretenido que esté: pintando, viendo vídeos, jugando con la pelota, que lo deja todo para estar conmigo (¡y tocar el ordenador!). Pero esta semana ya ha empezado la guardería y tengo unos minutitos libres por las mañanas para (entre otras cosas) escribir mis desvaríos por aquí.
Las vacaciones las he pasado entre Zaragoza y el pueblo (que está en la provincia de Teruel). Zaragoza ha sido más bien la ciudad de paso, ya que queda de camino si voy al pueblo desde Madrid. Saludamos a la familia, la mía y la de mi marido, y poco más. Esta vez ni hemos tenido tiempo para quedar con amigos (¡sorry!).
En el pueblo hemos tenido tiempo de hacer muchas cosas, hemos hecho excursiones, hemos ido al río, a la piscina municipal, ha jugado al fútbol con su padre (pasar la pelota y meter goles en una portería), ha comido heladitos - y hemos descubierto que los que más le gustan y con los que menos se mancha son los helados de cono de chocolate y vainilla, o chocolate y nata, el chocolate que no falte -, hemos visto lagartijas, hemos tomado aperitivos en los bares, hemos jugado mucho con los primitos y los padrinos de Víctor, se ha subido a varios tractores, ha jugado en los parques con toboganes y columpios, hemos visto gallinas y pavos...
Se lo ha pasado genial así que habrá que repetir otros años.
Ahora el comienzo de la guardería está siendo difícil para él, ha estado todo el verano pegado a su madre, las 24 horas del día. Con su padre ha estado menos, porque él no tenía tantas vacaciones, pero también ha paseado y jugado un montón. Y de un día para otro tiene que pasar varias horas del día con profes y niños a los que no conoce de nada. Este curso hemos cambiado de guardería a una que nos pilla más cerca de casa, hemos sopesado pros y contras y, después de darle muchas, muchas, muchas vueltas, hemos pensado que esta era la mejor opción. Ya te contaré...
¿Qué tal tus vacaciones?
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Las vacaciones las he pasado entre Zaragoza y el pueblo (que está en la provincia de Teruel). Zaragoza ha sido más bien la ciudad de paso, ya que queda de camino si voy al pueblo desde Madrid. Saludamos a la familia, la mía y la de mi marido, y poco más. Esta vez ni hemos tenido tiempo para quedar con amigos (¡sorry!).
En el pueblo hemos tenido tiempo de hacer muchas cosas, hemos hecho excursiones, hemos ido al río, a la piscina municipal, ha jugado al fútbol con su padre (pasar la pelota y meter goles en una portería), ha comido heladitos - y hemos descubierto que los que más le gustan y con los que menos se mancha son los helados de cono de chocolate y vainilla, o chocolate y nata, el chocolate que no falte -, hemos visto lagartijas, hemos tomado aperitivos en los bares, hemos jugado mucho con los primitos y los padrinos de Víctor, se ha subido a varios tractores, ha jugado en los parques con toboganes y columpios, hemos visto gallinas y pavos...
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Ahora el comienzo de la guardería está siendo difícil para él, ha estado todo el verano pegado a su madre, las 24 horas del día. Con su padre ha estado menos, porque él no tenía tantas vacaciones, pero también ha paseado y jugado un montón. Y de un día para otro tiene que pasar varias horas del día con profes y niños a los que no conoce de nada. Este curso hemos cambiado de guardería a una que nos pilla más cerca de casa, hemos sopesado pros y contras y, después de darle muchas, muchas, muchas vueltas, hemos pensado que esta era la mejor opción. Ya te contaré...
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Vacaciones con hijos, ¿qué es eso? jajaja! Pues si, qué dura es la maternidad, aunque es bueno desconectar y cambiar de aires en familia. Habéis hecho planes muy chulos por ZGZ y Teruel (concretamente de Montalbán) la familia de Papá Rosquillas es de allí tb. Nosotros las vacaciones muy cortas y por Cataluña, sólo 5 días en julio y una escapada el pasado finde, como comenté en el blog. Besitos!
ResponderEliminarYo no me puedo quejar, decidí ir al pueblo sin mi marido porque dos semanas encerrados en Madrid sin guardería se me hubieran hecho muyyyy largas, pero lo de las vacaciones, cuando se tienen hijos, van entrecomillas porque ¡descansar no se descansa mucho!. No he estado nunca en Montalbán, pero no pilla muy lejos de nuestro pueblecito, se puede hacer alguna excursión ahí otro verano. ¡Besos!.
EliminarGenial el verano cuantas cosas habéis hecho,!! Feliz vuelta con las pilas recargadas!!! Me has hecho recordar que cuando mi hijo era bebé me arrancaba las teclas del teclado, literalmente una a una click, click y todas al suelo en cuanto me despistaba. Tambien arremetió contra un netbook pero esas no se podían recolocar... Ay estos peques!! Seguro que en nada se adpta a la nueva guardería. Besos
ResponderEliminarA los peques les encantan los aparatos y la tecnología, pero si te despistas, lo destrozan todo!. Lo de la guardería nos está costando, pero era algo con lo que contábamos. A ver si no duran mucho los lloros, que se me rompe el corazón cuando le veo así. Besos.
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