lunes, 20 de febrero de 2017

La adaptación de Víctor a Suiza

Cuando Víctor empezó el colegio no teníamos en mente movernos de Madrid. No fue algo planeado, simplemente surgió, pero en cuanto tomamos la decisión y Miguel firmó el contrato de trabajo se lo dijimos a Víctor. Se lo contamos porque a Víctor le decimos todo, porque cuanta más información tenga mejor lo asimila y porque íbamos a tener muchos cambios en poco tiempo y no queríamos que lo pasase mal en el proceso, que iba a ser duro para todos.

A las pocas semanas de tomar esta decisión, Miguel se vino a Suiza para empezar a trabajar, para buscar un piso donde vivir y para hacer todos los papeleos necesarios para que nosotros también pudiéramos movernos con él. 

Nosotros estábamos acostumbrados a los viajes de Miguel. En su anterior trabajo viajaba mucho, a veces viajes en el día, pero generalmente estaba una semanica fuera de casa. Cuando eso ocurría usábamos mucho las videoconferencias, casi a diario, a no ser que viajara a EEUU, ya que ahí era más difícil hacer coincidir sus horarios con los nuestros. En esta ocasión en vez de una semana, estuvimos casi dos meses separados, pero a la hora de la cena aprovechábamos para hablar. A Víctor no se le hizo raro, además teníamos un calendario en la pared para marcar los días que faltaban hasta que su padre volviese a casa.

Una de las cosas que más penita me daba a mí era el colegio. Víctor estaba muy bien integrado, se llevaba genial con sus compañeros y la profe le quería mucho. Hablé con su profesora para contarle que nos íbamos a ir. Planeamos el viaje a Suiza coincidiendo con las fiestas de Navidad, así pudo asistir a una excursión del primer trimestre que hicieron con el cole a un circo y pudo estar en la actuación de Navidad cantando villancicos con sus compis. La profe tuvo un detallazo con Víctor y el último día nos entregó un cuadernito con dibujos que habían hecho todos los compañeros de clase, para que Víctor tenga un recuerdo de ellos. Víctor tenía claro que se iba y no les iba a ver más (bueno, al menos la teoría la sabía) y se despidió de todos el último día.

También fue partícipe de la mudanza, aunque los muebles de la casa se los llevaron en un día de cole, para no estar él por el medio. Estuvimos varios días en casa sin muebles, con lo básico: una cama, luz y agua. Nos prestaron unas sillas para Víctor y para mí y una mesita para Víctor porque no teníamos ni mesa para comer. Esto fue raro tanto para Víctor como para mí, pero nos apañamos.

La Navidad la pasamos con la familia en Zaragoza y ahí Miguel pudo estar unos pocos días con nosotros.

Vinimos a Suiza y Víctor seguía sin colegio. En realidad no le corresponde empezar hasta agosto de este año (aquí lo empiezan con 4 años ya cumplidos). Sin cole y sin horarios empecé a buscar planes para hacer con Víctor fuera de casa y sobrevivir a los días de frío y nieve para no estar encerrados en casa y aburridos. Aún estamos mirando de meterle en alguna guardería o grupo de juegos, pero mientras tanto ya he encontrado un montón de planes molones para hacer con él. Salimos todos los días, vamos a distintos sitios, está en contacto con otros niños, juega, corre, ríe... ¡y todo con su mamá! ¡Qué bien se está sin cole!


Él está disfrutando un montón. Se ha adaptado a la nueva casa, se ha adaptado al clima (ya digo que no es para tanto, en casa se está muy bien) y de momento no ha tenido que enfrentarse mucho al idioma nuevo, aunque yo le he enseñado las palabras básicas para sobrevivir: Por favor, gracias, hola, adiós, , no, me llamo Víctor, pipí, agua... y ya las está utilizando.

Dicen que los niños se adaptan enseguida a estos cambios y son los que más fácilmente aprenden el idioma nuevo. Ya te lo contaré cuando lleve unos meses en el colegio, a ver qué tal lleva eso de no entender a la profe ni a los compañeros.

De momento estoy contenta porque él está contento. En cuanto a mí... otro día os hablaré de mi adaptación ;)
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4 comentarios:

  1. Me alegro mucho por ustedes, todo cambio y en especial uno tan importante como una mudanza a un lugar con un idioma diferente, puede ser muy difícil, en el proceso en sí como en la adaptación, sin embargo dos factores contribuyen mucho a hacer el proceso más llevadero para los peques y lo digo por experiencia también: primero, el hecho de hacer a nuestros hijos partícipes de todo, informarles e involucrarlos en el proceso, y segundo, estar con ellos, apoyarlos y tener mucha paciencia, nuestro mundo de adulto cambia y nos cuesta adaptarnos, y es lógico que para un niño también sea difícil pero si estamos con ellos, con cariño y paciencia, todo se hace más sencillo y agradable.
    Estoy segura que Víctor se adaptará muy bien a su cole incluso con el nuevo idioma, que de hecho ya está aprendiendo (los peques aprenden increíblemente rápido los nuevos idiomas) de sus nuevos amigos, sus rutinas, su entorno, etc. En instagram vi con asombro la foto que subiste sobre el grado de organización que tienen en Suiza, ya nos contarán sobre el cole y las nuevas rutinas. Un abrazo muy fuerte a ambos, Victor está cada día más guapo.

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    1. Tenía muy claro que no iba a dejar a Víctor al margen de todo, estuvo informado de todos y cada uno de los pasos que íbamos a dar. No te haces a la idea de lo organizados que son aquí para todo, no lo voy contando todo porque sería aburrido, jeje, pero si lo más destacable y que, al menos a mí me llama la atención. Sí que está guapo Víctor, a pesar de lis cortes de pelo que le hace su madre jajaja. Besos!

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  2. Me parece super super guay que le hagáis partícipe de las actividades familiares (digo actividades por llamarlo de alguna forma). Hay muchísimos padres que hacen sus planes sin tener en cuenta que además tienen un hijo.
    Por lo del idioma, una opción muy buena es que le compres libros infantiles sencillos y los leas con él. Así leyendo con él, o intentándolo, también sacar tu algo de vocabulario jajajaja
    Ya verás como se adapta antes de que te des cuenta.

    Y por el frío.. mujer, dentro de un mes empieza la primavera, ya verás que gozada!

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    1. Víctor ya tiene un cuento en alemán, libro que eligió él mismo. Se lo leí una vez y no le ha hecho mucho caso, así que no le voy a forzar, cuando le coja el gusto le compraré más.
      En cuanto al frío, aunque no he pasado mucho, yo soy más de verano, me gusta el sol y el calor, así que ya estoy con ganas de que llegue la primavera :)

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