miércoles, 7 de septiembre de 2016

Tratos y turnos

Jugar con Víctor es agotador, ya está, ya lo he dicho. Supongo que todos los niños son iguales, muy activos e incansables. Necesitan gastar sus energías y tienen bastante más que nosotros (o al menos que yo). Qué mayor me siento.

Lo de pintar no le va mucho (no aguanta ni 5 minutos), los puzzles le cansan enseguida, en general cualquier cosa que sea estar tranquilo. A Víctor le va la marcha, gastar energías en la calle, en la piscina, con una pelota, con un globo, con un frisbee, jugar al pilla pilla... Todas esas actividades que haría genial con otros niños, pero prefiere hacerlas con su cansada madre. Pongo todas mis esperanzas en el cole para que gaste ahí sus energías con los amigos que haga. Mientras tanto, me toca a mí.

Bueno, vale, de vez en cuando su padre también juega con él

Una de las cosas que peor llevo es ir a buscar la pelota, el globo, o el frisbee cuando ha salido fuera de la zona donde jugamos. Siempre la voy a buscar yo y cuando le digo que vaya a buscarla él (que tiene más energías que yo) se niega en rotundo y empieza una rabieta tras otra: tarde estropeada, niño enrabietado, mamá cansada.

Esto no podía seguir así, así que una tarde antes de empezar a jugar le propuse un trato (en casa hacemos muchos). "Cada vez que se salga la pelota iremos a buscarla por turnos". ¡¡¡Parece una tontería, pero nos funcionó!!! Primero iba yo, la siguiente vez él, siempre respetando los turnos. Va contento y hasta dice "¡¡Mi turnoooo!!".

En fin, de momento me funciona (y yo me canso menos).

¿Me cuentas cómo lo solucionáis vosotros y si esto de los tratos y turnos te funciona?
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4 comentarios:

  1. De momento, si le pido algo lo suele hacer, y bien contento que lo hace, pero sin duda lo de negociar será nuestra táctica, jeje

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    1. La alternativa es "Hazlo porque lo digo yo que soy tu madre/padre" y no lo recomiendo :P

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  2. Yo a veces tengo la sensación de pasarme el día en un mercadillo: todo el día regateando, digo, negociando (jeje). Con el mayor, la negociación está a la orden del día y funciona en muchas cosas, excepto en lo de turnarse un juguete con su hermano. El pequeño aún no ha entrado en esa dinámica, pero accede a acompañarme de buen grado a recoger sus juguetes.

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    1. Al final hacemos un master en negociación que ya quisieran tener muchos empresarios jeje

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